Recorrido.

Esta es una pequeña excursión que nos va a permitir acercarnos a la Cala de Deya evitando transitar por la carretera asfaltada que accede a la misma.   También es muy interesante esta excursión porque transcurre bonito camino una parte de el cargado de vegetación y flores junto al torrente que desemboca en la Cala de Deya.

Una vez que aparquemos el coche, cosa que podemos hacerlo al principio de la calle que da inicio a la excursión, comenzaremos la bajada hasta llegar a un cruce de calle en el que tomaremos dirección izquierda por la calle Esclot, en la que enseguida podremos ver a nuestra izquierda la fuente que aparece en las fotografías de esta excursión. Enseguida se acaba la calle y nos adentramos en el camino de Ribassos que en esta primera parte del recorrido es muy frondoso ya que en algun tramo del mismo, esta cubierto por su parte superior y lleno de flores pertenecientes a las casas que se encuentran junto al mismo. A demás nos iremos encontrando con alguna pequeña huerta de naranjos que hacen de este lugar un sitio encantador desde el que también podemos contemplar la Iglesia de Deya que se encuentra situada en la parte superior del pueblo. Si volvemos la vista hacia atrás, podemos ver las inmensas paredes de la sierra de Tramuntana en las que podemos apreciar el Puig de Sa Galera y el Estret de Son Gallard.

Mientras transitamos por el camino nos va acompañando el torrente por nuestra derecha que alcanza en esta parte una gran profundidad por lo que hay que tener cuidado de no tropezar ya que una caída sería fatal. Pasado unos quince minutos desde que iniciamos la excursión nos encontraremos con una barrera la cual tenemos que saltar para proseguir nuestra marcha, ahora entramos en un terrenos en el que abundan los olivos y de bancales donde se encuentran estos plantados y también dejaremos el camino de tierra para adentrarnos en un camino de piedra que ha sido restaurado no hace demasiado tiempo. Un poco antes de llegar a este camino de piedra, hay un cruce de camino que si lo tomamos no subiría a la carretera Valldemossa Deya pero este cruce esta bien señalizado de forma que no hay ninguna posibilidad de equivocarse.

Una vez que crucemos el torrente nos incorporaremos al asfalto de la carretera que baja de Deya a la Cala y caminaremos por el sin mas remedio hasta llegar primeramente al aparcamiento que ha habilitado el ayuntamiento que por cierto es de pago y unos minutos después ya habremos llegado a nuestro destino donde poder darnos un buen baño en aguas cristalinas de un color verde botella característico de muchos lugares de la zona norte de la isla.