Cova de Son Vila

Situación: Pollensa.
Punto de partida
: Tenemos que abandonar la carretera Ma -2200 que une la autovía Palma Sa Pobla con la población de Pollensa en el Km. 44, 700.
Calzado: Botas de montaña.
Ropa
: Ninguna en particular.
Desnivel desde el punto de partida : 59 m.
Distancia desde el punto de partida : 307 m.
Estética: III.
Magnitud: III.
Dificultad: II.
Altitud: 155 m.
Origen: Kárstico
Recorrido: Predominantemente horizontal.
Profundidad: + - 11 m.
Tiempo de aproximación : 8 minutos.
Aprovisionamiento: Llevar lo necesario.
Mejor época: cualquiera.
Acceso: Vehículo propio.
Mapas: Instituto geográfico Nacional, () 1:25.000.
Coordenadas UTM DATUM WGS84: 502867 E, 4408150 N.
Material: Solo casco e iluminación salvo que se quiera descender al interior de la cueva a través del avenc donde será necesario una cuera de aproximadamente 20 m.
Última actualización: 24 de Febrero del 2007.


Al igual que otras muchas cuevas de la isla de Mallorca, la cova de Son Vila fue visitada desde tiempos prehistóricos por el hombre para recoger el agua de su interior como así lo atestigua la cerámica encontrada dentro del antro. Hoy en día el interior de la cueva permanece seco, por lo que seguramente se deba a que el regato de agua que descendía por la ladera y que se adentraba en la cueva por los diferentes orificios ha cambiado de recorrido.

Un camino que parte de una de las calles de la urbanización es el que nos permite acceder a la cueva terminando justamente en las puertas de la misma y que a mi personalmente me ha tenido confundido durante mucho tiempo ya que en un principio pensé que la construcción del camino se debió al intento de explotación minera de la cueva pero una vez escudriñado su interior todo indica que nunca se han realizados trabajos en el interior de la cueva por lo que quizás se pudo deber a un intento de añadir un plus más a la urbanización.

La entrada de la cueva se encuentra orientada 245º N con forma de escudo, siendo el ancho de aproximadamente un metro mientras que la altura no supera el metro y veinte centímetros. Unos siete metros más arriba de la entrada principal se encuentra otra más pequeña en forma de avenc de unos treinta por setenta centímetros y que siete u ocho metros más abajo se comunica con la cueva en una pequeña salita de la misma.

 

El acceso a la cueva se hace descendiendo con cierto cuidado a una especie de rellano de piedra construido artificialmente (foto 1), y que se encuentra aproximadamente a un metro cincuenta en el que por el lado izquierdo del mismo una caída nos precipitaría al fondo de la gran sala que compone esta cueva y que se encuentra a ocho metros de profundidad.

Justamente detrás de una colada se encuentra el camino de acceso por un estrecho pasillo en el que en su lado izquierdo según el sentido de nuestra marcha se pueden apreciar interesantes concreciones.

Una pequeña sala se abre a nuestra derecha antes de llegar al fondo de la sala principal a la que accederemos a través de una pequeña rampa. Una vez en el interior de la misma y si miramos hacia al techo, podremos ver como la luz exterior se filtra a través de la entrada del avenc iluminando de forma tenue el lugar.

De regreso de la visita a la pequeña sala descenderemos al fondo de la cavidad desde donde se puede observar prácticamente la totalidad de la sala en la que cabe señalar la luz natural que entra del exterior tanto por la entrada principal como por algún que otro pequeño agujero dándole al lugar un cierto toque que nos hará sentir que nos encontramos en un lugar especial. Según avanzamos por la sala enseguida nos daremos cuenta que todo el lado izquierdo se encuentra bastante concrecionado cosa que no ocurre con el derecho.

Otro pequeño habitáculo al que accederemos atravesando una estrecha gatera se encuentra al final de la cueva en el que sirve de dormitorio para algún ejemplar de murciélago.

La cova de Son Vila está considerada como sitio de interés histórico-arqueológico además de económico-social. J. A. Encinas S. Relación inventarial de subterráneos naturales de las Illes Baleares. 2006. Ediciones JAES.